Cuando cae el telón, cuando te quitas la máscara, bajas el sierre, y te vistes de tu vestuario diario. Sales a la calle y te reconocen por tu papel, por tu arte, o por tu otro yo. Ese yo que todos saben que es ficción, que pagan por ver, y que es perecedero.
Esa máscara es la que todos esperan, la que saben que es irreal, hasta que deja de ser todo una historia, un guión creado, y pasa a ser una escena de la gran película de la vida.
¡En qué momento, dejamos de ser nosotros!, y el antifaz queda en nosotros, para que no vean lo que somos realmente. O peor aún, cuando ya no nos damos cuenta que la estamos usando. En qué momento salimos a la calle, vemos a los niños de alma blanca, y pretendemos que sigan nuestros pasos. ¡En qué momento decimos que somos cristianos, y damos vuelta la cara, y por conveniencia callamos, o negamos a Dios!, siendo hijos por momentos, cuando él es el Padre por siempre….
Al escribir esto, estoy también dando un testimonio de vida, que considero que al contarlo, o mas bien compartirlo, ayudamos a avisarle al otro cual es la piedra que no debe pisar, o qué tan grande puede ser el tropiezo si no la evadimos cuando se aparezca. Yo la eh pisado, y muchos también lo han hecho, pero gracias a Dios, me levanté de nuevo con más determinación que antes.
Por eso, nosotros que somos jóvenes, no nos debe afectar el doble estándar del mundo, ni la poca tolerancia de los no creyentes. Tampoco aguantar que nos pisoteen o que escupan el nombre de Nuestro Salvador, si no levantarnos y demostrar, sin máscaras, que no les tememos, y que ni son, ni somos superiores, si no que creemos en un Cristo Vivo, porque a pesar de que suene trillado, está vivísimo, y cuando cada humano cree en él, y se suma a este cuerpo, él se alegra mucho más, como también cuando una oveja descarriada vuelve a él, arrepentida(o).
Hace poco conocí a un joven que se declara nihilista, que para el que no sabe, es una ideología nacida de Friederick Nietzsche, un filósofo alemán ya muerto, pero que sus ideas siguen vigentes en ciertas personas. Hitler basó su ideología en él, donde se dice que la entendió mal, pero que no deja de ser verdad la real relación entre estos dos personajes de la historia.
Nietzsche se negó a la Iglesia, declarando que Dios no existía, porque el hombre lo había matado (por favor, no se entienda en forma literal, es filosofía). También escribió sobre el Superhombre, como aquel que es capaz de entender, superarse y por sobre todo discernir con vasta sabiduría, hasta llegar a la máxima expresión humana. De esto no podemos estar exentos. La manzana que Adán y Eva consumieron explica en cierto modo la concordancia que tendría el superhombre, pero no quita que sea una ideología independiente, autosuficiente y no creyente. Este joven también tiene otra ideología, la cual no conosco, pero debo reconocer que me chocó tenerlo de contacto, ya que mis ideas van por rumbos distantes a los de él. Él afirma respetar mi creencia, pero no se si uno como cristiano sea capaz de soportar ese tipo de ideas. El mundo actual está lleno de cosas nuevas, o antiguas que salen a la luz, y lo mejor es que tengamos las herramientas adecuadas para enfrentar este tipo de situaciones y conductas sin mostrar flaqueza y sin caer en los pensamientos ajenos.
Las máscaras del teatro no hay que usarlas, hay que quitarlas y hacerlas desaparecer de los demás. Mantengamos la frente bien en alto, y si caemos, tengamos también la voluntad, de volver y cambiar.Por lo demás, espero haber contribuido en algo, y también en explicar una ideología que amenaza a la Iglesia desde su aparición… Estemos atentos..
Cambio y fuera
Soldado descarriada Valeria